Canciones del Disco

"VANGELIS PAPATHANASSIOU  era un señor volcánico, un gordo músico, pero la cosa más extraña que me resultaba curiosa era el hecho de que quería producir mis discos en el extranjero y que, a través de su hermano que vivía en Italia, me hizo saber que quería hablar conmigo... En aquel tiempo se decía que Vangelis escuchaba mis discos de noche, antes de dormirse, porque le gustaban, y es algo muy tierno, conociendo al personaje, que es una especie de montaña llena de pelo.
Y yo llego a París por esta llamada, esta especie de invocación...

Todavía aterrorizado por la autoridad y la celebridad del personaje, indudablemente genial pero completamente descoordinado y frenético. Y yo llego a París con la idea de explicarle cómo hacer una opera-rock (que llevaba en mente desde hacía tiempo), porque este proyecto no lo había aún abandonado...
Habíamos decidido, conjuntamente Antonio Coggio y la RCA, una experiencia con él como arreglista, después de la infausta experiencia de "Gira che ti rigira amore bello" con Tommy Mimms.
En París estábamos fascinados por este personaje: veíamos a Vangelis rodeado de teclados, era capaz de tocar una veintena de instrumentos, era flautista, batería, saxofonista, percusionista, pianista, parecía capaz de sonar cualquier cosa y nos sumergió en el esplendor de su escaparate, esta montaña de teclados, sintetizadores, sonidos violentísimos, apocalípticos... mientras nosotros nos habíamos mantenido siempre entre registros medios, intentando realizar cosas de buen gusto, con poquísimo espacio para el babeo, controlando los espacios que dejar a la improvisación...

Claudio  graba, fascinado, la base de "E tu...", voz y piano, y tras cuatro horas de intentos en sus teclados, Vangelis no llega a nada. Parecía no haber un acuerdo, una nota. Y Vangelis continuaba.. y nada. A Claudio, que quería escribirle los acordes de "Y tu..." se le dice que no hay nada que hacer. Claudio esperaba que de un momento a otro Vangelis dejase su periodo de inactividad, pero llegó un momento en el que Vangelis lo deja todo.

Reuniones entre Claudio, Coggio y dirigentes de la RCA preguntándose qué hacer. Se acuerda otro ensayo para el día siguiente, ya que estaban todos en París.

"Y así volvemos a entrar en la sala de grabación, estando yo bastante sensibilizado sobre el tema, y empezamos a tocar con Vangelis y los otros músicos. Él coge una trompeta y se tira por los suelos, yo con el micrófono me tiro por otro lado, relajadísimos tocamos y nos damos cuenta de inmediato de que podía salir de ahí un buen trabajo. Había deseos y alegría de tocar. Creo que aquel día hicimos unas 40 versiones de la misma canción, no acabábamos nunca, cada vez surgía algo diferente, una inspiración, y fue la llave de todo el trabajo..."

C. B. IL ROMANZO DI UN CANTANTE

Ed. LATO SIDE

http://www.reginella.net/download/TG1-Ore20_9-8-2005.zip

Hay que tener el programa WinZip para convertirlo a un normal formato Real Player.

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